El hogar de lxs que dan pelea,
líderes con fuego en su corazón y
metas y objetivos claros.
Saben lo qué hay que hacer y no
esperan para poner manos a la obra. Apasionados, con la justicia
presente en la mente y el corazón.
Leales y comprometidos. Un buen
Rubí cuando pone el ojo en algo,
no se detiene hasta conseguirlo.

Un buen Esmeralda no anda con
pelos en la lengua. Son aquellxs que
no endulzan las cosas y no ocultan
quienes son. Son aquellxs líderes
que prefieren los principios a
los resultados, que se mueven por
valores establecidos y por integridad.
Un Esmeralda no te va a mentir...
a menos que tenga una muy buena
razón para hacerlo.

La Casa Ambar alberga conocimiento, reflexión y análisis. Es la de aquellxs líderes que toman decisiones al saber todos los hechos. Son conocidos por su empatía y por ponerse en el
lugar del otro al momento de tomar
una posición. No suelen ser rápidxs al responder pero cuando toman
una decisión, es la mejor decisión posible para la mayoría de las personas.

La Casa Zafiro no va a ganar un argumento gritando... lo va a ser con seguridad, tranquilidad y argumentos bien
construídos. Un Zafiro mantiene
la calma en momentos de crisis
y es indetenible al momento de actuar.
Son los líderes que ven el panorama
completo, el bosque y no los árboles.
No se pierden en el contexto y van
directo hacia la meta.

Es la casa de los que hacen relaciones duraderas. Forman alianzas y las hacen perdurar. En el grupo está la fuerza. Grandes jugadores en equipo, ponen las
necesidades del colectivo por encima
de las individuales.
Son soñadorxs en un mundo mejor
para todxs si todxs ponemos de
nuestra parte para construirlo.

La Casa Amatista está conectada,
consigo misma y con los demás.
Son esxs líderes que siempre han tenido clara su meta y su propósito. Saben quiénes son y lo que quieren.
Las Amatistas son lxs que trabajan
por vocación, porque tienen un
propósito interior que lxs mueven a lograr
cambios para ellxs y para los demás.