El proceso de deconstrucción es un camino que va cambiando todos los días, donde nos haya desde desesperados, hasta avergonzados, como en muchas ocasiones señalados por mucho de los comportamientos que como humanos llegamos en el pasado a cometer. Ese proceso lo estoy día a día viviendo y a partir de estos artículos me encantaría poder comenzar a compartir con ustedes.
Recientemente pude estar en un espacio donde me llegue a sentir como en la escena de I'm just Ken de nuestra icónica película Barbie; lo anterior no lo digo a manera de burla o mofa sobre los sentimientos que los hombres viven o experimentan a lo largo de su vida, pero sí es un llamado de atención a como sus decisiones personales se convierten en decisiones patriarcales y como inconscientemente caen en el “Mírenme, pobrecito yo” ó “Yo sí sufro” y como la incapacidad de tomar responsabilidad de sus acciones permea en sus carreras o en cualquier espacio de su existencia.
Pero va más allá de eso, porque bajo el contexto de lo punitivo, el recorrido de los hombres dentro del marco de las nuevas masculinidades siempre puede ser difícil llegar a tener esa conciencia. Pero ¿qué derecho tiene una mujer de opinar sobre la realidad de los hombres? El mismo que tienen muchos de opinar sobre la vida de mujeres. Entonces, continuemos.
No importa quién seas como persona, todos los seres humanos hemos llegado a tomar decisiones patriarcales, basadas en los cánones hegemónicos y pensamos que eso no tendrá repercusiones en nuestros entornos. ¿Es difícil tomar responsabilidad? Sí lo es, sobretodo cuando a los hombres se les ha dicho “No llores, eso es de niña”, negando la existencia emocional de la humanidad, y, teniendo eso como principio, los hombres suelen rechazar sus cuotas de responsabilidad; y es allí cuando Ken dice "¡SOY SOLO KEN! Por favor, entiéndame" y es cuando se asoma el ¿cómo se siente?, tal cual como en la película.
Cuando se rechazan las emociones, las decisiones se convierten en patriarcales, basadas en la imagen que se desea mantener y no en las decisiones humanas, que no toman en cuenta el impacto que estas generan en los otros. ¿Dónde esta la empatía en un canal de doble vía? Porque a veces nos enfocamos tanto en el HOMBRE ES ASÍ, que bueno, el patriarcado no perdona, y también me permito cuestionarme si estas acciones están en lo correcto.
Pero deconstruirnos de estas practicas es algo que no pasa de la noche a la mañana, y sé que no se puede pedir peras al olmo, pero hoy en día hay más oportunidades de tener herramientas que antes ni mujeres ni hombres tenían permitido debatir.
Esto puede ser una conversación bastante larga y extensa, más no difícil de llegar a tener, en un espacio seguro donde se pueda tomar un respiro para que nuestras decisiones dejen de ser patriarcales.
Portada: Javier Alamo.
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